Tala eficaz a gran altitud y altas temperaturas
Se trata de un paraje remoto, cálido y seco en lo alto de las montañas. Aquí se talan árboles de gran tamaño a gran velocidad en lomas escarpadas. Es un entorno duro que pone a prueba a los leñadores y a sus máquinas. Jaime Wagenfuhr y su hijo Graham disfrutan de cada minuto. El uso de motosierras con sistema AutoTune de ajuste automático del carburador permite trabajar sin trabas y con eficacia, a cualquier altitud y temperatura.
Estamos en lo alto de las montañas en Rainbow Lake, a tan solo cuarenta kilómetros al oeste de la ciudad de Redding en el norte de California, en plena costa oeste de los Estados Unidos. Jaime Wagenfuhr se sienta a los mandos de un cargador. Su trabajo consiste en levantar grandes troncos y apilarlos, en espera de que los camiones madereros lleguen para cargarlos y transportarlos montaña abajo por carreteras sinuosas y polvorientas.
Jaime empezó a trabajar en el bosque por pura casualidad. Después de vivir y trabajar en Los Ángeles por un tiempo, decidió regresar a su lugar de origen. Buscando trabajo, se puso en contacto con un amigo que necesitaba a alguien que supiera manejar una motosierra.
"Ves los resultados cada día"
"Eso fue hace 30 años y todavía estoy aquí", declara con satisfacción. Sin embargo, hoy en día Jamie Wagenfuhr tiene su propio negocio maderero.
"Me gusta estar al aire libre, rodeado de este paisaje". Es un trabajo difícil, pero es divertido y gratificante. Ves los resultados de tus esfuerzos al final de cada día".
Su hijo Graham asiente. Lleva en el bosque desde que era un niño y ha ido aprendiendo el oficio gradualmente. Ahora es uno más en los equipos dedicados a talar y desramar los árboles antes de izarlos mediante pesados cables conectados a una máquina forestal.
El clima plantea retos
"¿A quién no le va a gustar un sitio como este?", declara Graham, lanzando una mirada al valle mientras afila la cadena de una de las motosierras.
"Eso sí, el verdor y las vistas maravillosas no quitan que es una zona agreste, implacable. Hay cantidad de robles muy traicioneros que pueden convertirse en una trampa mortal si calculas mal al talarlos", afirma Jaime. El clima tampoco ayuda precisamente. Las temperaturas a menudo superan los 50 grados en el verano. Y la altitud es muy variable. Una semana, Jaime, Graham y los demás pueden estar trabajando en el fondo del valle. La semana siguiente, puede que les toque ir a talar a una altitud mucho mayor.
Se adaptan a la altitud, la temperatura y el combustible
Para hacer posible el trabajo en estas condiciones tan variables, la Husqvarna 562 XP AutoTune se ha convertido en parte integral de la maquinaria de Wagenfuhrs. AutoTune es una función que garantiza un óptimo rendimiento del motor al ajustar automáticamente el carburador de acuerdo con las condiciones actuales. La función efectúa un ajuste preciso del motor en función de la altitud geográfica, y asegura asimismo que el motor funcione perfectamente incluso si se cambia de un combustible a otro (por ejemplo, a un combustible con mayor contenido de etanol).
"Por lo general, cuando trabajamos a más de 1.300 metros de altitud, como ahora, tendríamos que ajustar el motor. Pero ya no es necesario. La motosierra se ajusta sola y funciona perfectamente a cualquier altitud", explica Jaime.
"La motosierra siempre arranca rápidamente y funciona sin problemas. Además, corta mucho más que otras sierras de este tamaño", afirma Graham.
Hace 25 años que utiliza motosierras Husqvarna
Los Wagenfuhr solo usan motosierras Husqvarna. Jamie descubrió Husqvarna hace muchos años, cuando su suegro compró una motosierra de la marca, de segunda mano, para cortar madera.
"Hasta donde yo sé, Husqvarna lleva 25 años fabricando buenas motosierras. Los costes operativos son bajos porque rara vez se averían. Si tienes que estar cambiando de motosierra cada dos por tres, la empresa no sale adelante".
"Que las motosierras respondan siempre lo es todo. Es tiempo y es dinero. Todo funciona como debe y te permite trabajar con eficiencia", añade Graham.
Aunque es un trabajo difícil, las condiciones de trabajo han mejorado considerablemente en los últimos años. Cuando Jaime Wagenfuhr empezó a trabajar en el sector, no había carreteras.
"Cada día nos llevaba dos horas desplazarnos hasta el lugar de la tala", recuerda Jaime.
¿Hasta cuándo crees que seguirás talando?
"Probablemente hasta que el cuerpo aguante. Pero aún soy bastante joven, así que va para largo. Y si no puede ser, me gustaría ayudar a Graham en caso de que quiera seguir con el negocio en un futuro".
